Hoy día invité a mi mamá y a B. a almorzar. La amorosa B., me trajo de regalo flores con florero, y un par de copas muy bonies <3.
Preparé una crema fría de arvejas, una alternativa fresquita, contundente, vegetariana y bien rica. Rinde para 4 personas.
Para esta receta utilicé:
- 1/2 kilo de arvejas secas (Martini, porque leí una vez que era de las pocas marcas no-transgénicas que están disponibles en los supermercados)
- 1 cebolla grande
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 1L de caldo de pollo
- 1 taza de leche
- 30 hojitas de menta
- 1 cucharadita de anís estrellado
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de paprika
- Sal
- 20 almendras
- Un chorrito de crema ácida
Primero salteé en aceite de oliva y con la olla tapada, la cebolla cortada chabacanamente, le añadí las especias y las hojitas de menta y esperé hasta que la preparación tomó un bonito color dorado y aroma de ah-no-qué-rica-esta-cuestión.
A continuación, agregué las arvejas y encima, el caldo de pollo con la leche. Revolví y dejé cocinar, revisando y revolviendo de vez en cuando. Esto demoró como media hora.
Mientras tanto, terminé de hacer aseo y ataqué a las inocentes almendras con la procesadora de alimentos. La idea es que queden trocitos pequeños, como se ve en la foto final.
Como nunca había preparado arvejas, las probé de vez en cuando, y cuando ya me dio lata seguir esperando que alcanzaran el blandurismo ideal, las apagué. Aquí hay que tener cuidado de sacar el anís estrellado, porque es como de madera y no queremos una astilla en la crema.
Luego, molí con la procesadora varias veces. Tuve que agregarle más agua, como un litro, porque se evaporó muchísimo líquido durante el cocimiento! Ahí es cosa de ir viendo qué tan espesa la quieres.
Como estaba apurada, la metí al congelador para apresurar el enfriamiento. Usted no lo haga. Cuando llegaron mis invitadas, ya estaba suficientemente fría.
Al emplatar -gracias, canales de cocina- puse dos cucharones de crema, un chorrito de crema ácida, lluvia de trocitos de almendras y un par de hojas de menta de decoración.
Y así quedó de bonito <3
Preparé una crema fría de arvejas, una alternativa fresquita, contundente, vegetariana y bien rica. Rinde para 4 personas.
Para esta receta utilicé:
- 1/2 kilo de arvejas secas (Martini, porque leí una vez que era de las pocas marcas no-transgénicas que están disponibles en los supermercados)
- 1 cebolla grande
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 1L de caldo de pollo
- 1 taza de leche
- 30 hojitas de menta
- 1 cucharadita de anís estrellado
- 1 cucharadita de cúrcuma
- 1 cucharadita de paprika
- Sal
- 20 almendras
- Un chorrito de crema ácida
Primero salteé en aceite de oliva y con la olla tapada, la cebolla cortada chabacanamente, le añadí las especias y las hojitas de menta y esperé hasta que la preparación tomó un bonito color dorado y aroma de ah-no-qué-rica-esta-cuestión.
A continuación, agregué las arvejas y encima, el caldo de pollo con la leche. Revolví y dejé cocinar, revisando y revolviendo de vez en cuando. Esto demoró como media hora.
Mientras tanto, terminé de hacer aseo y ataqué a las inocentes almendras con la procesadora de alimentos. La idea es que queden trocitos pequeños, como se ve en la foto final.
Como nunca había preparado arvejas, las probé de vez en cuando, y cuando ya me dio lata seguir esperando que alcanzaran el blandurismo ideal, las apagué. Aquí hay que tener cuidado de sacar el anís estrellado, porque es como de madera y no queremos una astilla en la crema.
Luego, molí con la procesadora varias veces. Tuve que agregarle más agua, como un litro, porque se evaporó muchísimo líquido durante el cocimiento! Ahí es cosa de ir viendo qué tan espesa la quieres.
Como estaba apurada, la metí al congelador para apresurar el enfriamiento. Usted no lo haga. Cuando llegaron mis invitadas, ya estaba suficientemente fría.
Al emplatar -gracias, canales de cocina- puse dos cucharones de crema, un chorrito de crema ácida, lluvia de trocitos de almendras y un par de hojas de menta de decoración.
Y así quedó de bonito <3
